BIENVENIDO, OTOÑO

De naranja y amarillo vestirás las hojas de los árboles, la brisa fresca invadirá las calles, las bufandas y los abrigos nos esperan, los poetas escribirán los mejores versos de amor y melancolía. Y yo, yo me sentaré bajo tu sombra para contemplar como decoras con cálidos colores todo por donde pasas. Otoño, ya comienzas a quitar el aliento y a enamorar con tu cielo, ese que nos pintas de naranja en el crepúsculo y que desborda tanta belleza. ¡Inigualable eres! Quisiera atraparte en un suspiro, pero sería egoísta por mi parte. Somos muchos los que te deseamos y pocos los que llegamos a ti. Sería una pena no compartir la magia y el encanto que despliegas cuando acaricias con suavidad los sentimientos profundos aliviando las penas. ¿Te puedo decir algo? Desde que te conocí y palpé tu belleza, enamorada quedé sin remedio. Encandilaste mi mirada y le diste más transparencia al café de mis ojos. Te preocupas por abrigar mi nariz y, lo más importante, de mantener el corazón tibio, para que no se hiele. ¡Ay mi Sr. Otoño! dejo que me lleves a donde quieras, pero venda antes mis ojos para que no sepa el camino de retorno, y así quedarme contigo hasta que ceniza me vuelva...